martes, 15 de enero de 2008
Espejismo
Aunque duermas en lecho tan lejano del mío,
sé que sueñas aún con mi voz y mirada
y el abrazo que nunca será, a tu abrazo, nido,
porque siempre me marcho al llegar la mañana.
Camino sin saber cual será mi destino,
de la nada he venido y vuelvo hacia la nada.
Soy de mundos remotos, donde existen abismos
que no dejan brotar lo que nace del alma.
Brindaré con mi copa rebosada de olvidos,
repetiré tu nombre y que el viento traslade
susurrando mi voz perfumada de trigos
al lugar donde estés, cuando muera la tarde.
Y quizás, algún día, en senderos perdidos
me inculpará la vida por mi paso y palabra,
desapareceré , como un sueño vencido,
y la muerte será mi postrer invitada.
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8 comentarios:
el viento no devuelve
el viento lleva, me lleva
te llevo el viento
el viento no devuelve
El viento, amiga mía, suele interpretar con su canto, el lenguaje de mi silencio.
Pilar
Con la copa rebosada de olvidos...
Imagen hermosa con que me alegras la tarde... un poco más al norte.
Pasaba por aquí, ahora que la catarsis de siete vidas nos ha hecho coincidir en un mismo espacio...
Un fuerte abrazo...
La catársica Belén
Un poema impecable... lleno de sentimiento pese a lo meticuloso de su métrica. Te felicito, Pilar. Un placer descubrir tu blog.
Un abrazo de Anhela.
Anhela:
El tiempo es cada vez más esquivo conmigo, pero lograré un día atraparlo y así, poder destinar el mío a lo que deseo.
Gracias por pasar y regalarme un momento. Gracias por el incentivo en tus palabras.
Para mí es, también, un placer verte por aquí.
Un abrazo grande
Belén:
Que grato es leerte!
Gracias por rebosar mi copa de compañía.
Es un gusto compartir contigo Catarsis de siete vidas. Ya seguiremos en contacto.
Un abrazo desde mi árbol.
muy bueno!
sigue con la catarsis!
saludos
Safo:
Bienvenida, bonita! Y gracias mil por tus palabras y tu tiempo.
Pasaré por tu blog, no lo dudes.
Seguiré con la catarsis.
Un abrazo fraterno
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