Te nombro con esta boca impía,
fragmentados acentos en ruegos obsoletos,
manos crucificadas por escarpias traidoras.
Desde la ceniza, te nombro,
testigo mudo de hogueras que calcinan madrugadas,
ciega de futuros, piel revestida de andrajos
en mi desheredada geografía.
en mi desheredada geografía.
Entre miedos y fragilidades, te nombro,
ahorcando el gemido del recuerdo,
la rabia latiendo en rompientes de mares,
sacrílegas tormentas derribando bahías.
Te nombro jurando no volver a nombrarte
6 comentarios:
Dolor en ese nombrar. Triste poema y bello, muy bello.
Besos Pilar.
Terrible nombre que lleva a usar tan duras y tristes palabras.
Me alegro de volver a leerte aunque parezca contraste por el dolor que emana el poema.
Un bico.
Es un viejo poema, Auroratris, encontrado al pasar.
Gracias por pasar por este rincón
Un abrazo
Mi querido Eusebio, siempre estás alentándome a seguir aunque yo sea inconstante.
Gracias amigo-hermano
Besos
Blogger Doncel dijo...
Pilar: Cada uno en nuestro Sur.
Como ves no están tan lejos el uno del otro.
Nos volvemos a encontrar; tu Sur y el mío otra vez se dan la mano. Hoy mi Colina se alegra de verte y yo también.
Un afectuoso abrazo
un año sin aparecer. Es que el viento te empujó al norte?
un fuerte abrazo
Publicar un comentario